Anglada Camarasa estudió en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, la Llotija, donde tuvo como maestro a Modest Urgell (1845-1919), cuyo estilo pictórico influyó notablemente en sus primeras producciones. En 1894 se trasladó a París donde su formación al lado de los pintores contemporáneos franceses y la integración en la vida parisina forjaron su personal estilo. En 1898 expuso por primera vez en el Salón de la Societé Nacionale des Beaux-Arts y dos años después lo haría en la Sala Parés de Barcelona, donde presentó sus obras de temática parisina. Su estilo se caracterizaba por un gran decorativismo, muy en relación con el modernismo y el simbolismo y que se manifestaba en el gusto orientalista y por los sofisticados retratos.
A comienzos de siglo fundó una academia de pintura mientras participaba en numerosas exposiciones internacionales, como la Secession en Munich, Viena y Berlín, la exposición Internacional de Bruselas, los Salones de París o varias Bienales de Valencia. En 1904, un viaje a Valencia generó un importante cambio en su temática, surgiendo entonces las escenas populares, tanto andaluzas como valencianas. Con motivo de la Primera Guerra Mundial trasladó su residencia a isla de Mallorca. Permaneció en Pollença hasta el final de su vida, a excepción del período de exilio en Francia tras finalizar la Guerra Civil. En esta última etapa pictórica, Anglada Camarasa abandonó los temas regionales y parisinos para adentrarse en el género del paisaje. Se rodeó entonces de pintores –algunos de ellos, antiguos alumnos suyos que le siguieron hasta la isla-, y se formó un grupo conocido como la “Escuela de Pollença”